Botox

Aplicarse bótox en las patas de gallo tiene un costo calculado de acuerdo a las unidades que necesita el paciente para tratar la zona, por lo que va a depender de lo que indique el especialista al explorar el área. En general, cada vial o unidad está valorada entre unos 100 a 250 pesos.

Las inyecciones de bótox usualmente comienzan a producir sus efectos de uno a tres días después de haber comenzado el tratamiento, llegando a tener un resultado muy visible a los 12 o 15 días después, por lo que este tratamiento, permite apreciar los cambios de manera progresiva y armoniosamente.

Así mismo, de acuerdo al área y al problema que se esté tratando, el efecto de esas primeras dosis puede permanecer intacto un poco más de tres meses.

Cada rostro, así como su condición, es diferente; por ello, durante la exploración el especialista tiene la oportunidad de establecer las necesidades de manera individual. 

No obstante, un tratamiento completo para la cara puede requerir al menos unas 15 unidades; sin embargo, los resultados se harán más notables cuando se emplean un mínimo de 30 inyecciones.

Seguramente la mayoría desea que los efectos del bótox duren para siempre; pero desafortunadamente, la acción de esta sustancia irá desapareciendo al cabo de unos 4 a 6 meses después de la aplicación del tratamiento; lo cual puede variar en uno u otro paciente, de acuerdo a su condición y de los cuidados que este procure durante su recuperación. 

Así mismo, es muy común que quienes aplican bótox en su rostro por primera vez, noten que sus efectos no duren tanto al principio, pero si a partir de la segunda aplicación.

Cada tratamiento es indicado para una situación específica. En sí, el bótox está mayormente recomendado para tratar las arrugas que se forman cuando se contraen los músculos, como es notable en la zona del entrecejo o la frente. Mientras que el ácido hialurónico, suele ser más efectivo rellenando los surcos y arrugas como las que aparecen en el nasolabial, las líneas de marionetas, en las mejillas, entre otros.

La aplicación de la toxina botulínica se realiza mediante inyecciones, utilizando una aguja hipodérmica menor a 5 mm; por lo cual, puedes sentir una molestia totalmente soportable. A pesar de ello, para las personas con mayor sensibilidad se puede emplear previamente una anestésica tópica, 30 minutos antes de colocar las inyecciones, así como también, emplear terapia con hielo para hacer el tratamiento más tolerable.

Está científicamente avalado que el bótox es un procedimiento seguro para una amplia gama de candidatos, tanto hombres como mujeres. Es por ello que cada día, más personas se interesen en aplicarlo de manera preventiva, para hacer frente a los primeros signos de la edad; así como también, aquellos que desean suavizar las arrugas en las patas de gallo, en el entrecejo o la frente. Sin embargo, es vital consultar con un especialista antes de someterse a cualquier tratamiento. 

El tratamiento con bótox es algo que no se debe tomar a la ligera, y por ello es necesario tomar las debidas precauciones posteriores a su aplicación para garantizar la máxima efectividad, entre ellos se establece:

• Evitar masajear, presionar y tocar el área tratada, durante las siguientes 24 horas.
• No consumir tabaco ni alcohol.
• En la medida que puedas, no utilices saunas o piscinas, ya que estos, pueden minimizar los efectos del tratamiento.
• Evita ejecutar cualquier tipo de ejercicio o actividad física que sea intensa, así como aquellas que te hagan estar boca abajo, como las posturas de yoga, durante las horas siguientes a la aplicación del bótox.
• Mantén el rostro en una posición erguida, al menos durante cuatro horas después del tratamiento; por lo que, debes evitar inclinarte o recostarte.